Η Vicky Xipolitakis αναστατωνει ολη την Αργεντινη

Vicky Xipolitakis andaba con ganas de chupar algo y encontró la guitarra, pero está abierta a sugerencias. “En la cama no le tengo asco a nada, hago todo lo que me pidas” reconoce la griega, “soy muy fiestera pero nunca haría un trío con Estefi, todo el mundo nos pide pero nunca compartiría un hombre con mi hermana.” Pero sacando la partuza con las “mellizas”, está lista para lo que se te ocurra. “Soy griega y muy fogosa” asegura Victoria, “en el sexo me entrego sin límites, siempre quiero ser la más putita de todas.”

“Me disfrazo de colegiala” dice Vicky, “pero la fantasía que me falta es hacerlo en un avión.”

Los que dicen que Vicky Xipolitakis no tiene talento musical es porque nunca la vieron tocando la garcha, la griega es una verdadera artista pero tiene que tener el instrumento adecuado. Cambiale la guitarra por una poronga y te da un concierto de lengua en re trola mayor que vos también vas a terminar cantando “Qué Manera de Perrear!”, un tema que Vicky reconoce es totalmente autobiográfico. “Bajo las sábanas me entrego por completo” dice con las tetas al viento y el papo asomando, “en el sexo no tengo límites, yo busco ser la más putita de todas.” Y convengamos que con la competencia que hay, ser “la más putita” no es nada fácil, estamos hablando de una putez con nivel de disciplina olímpica y partidos donde vale todo. “En la cama no le digo que no a nada” insiste Vicky, “por eso me gustan los hombres que no le tienen asco a nada, porque yo tampoco tengo asco a nada… se entiende, no?” Clarísimo: un maratón de sexo al estilo griego con rotura de vasos y ojete, pedile lo que sea excepto la partuza con las dos mellizas. “Siempre nos proponen estar juntas, pero con Estefi nunca compartiríamos un hombre, eso es lo único que no hicimos” explica Vicky, “además no somos mellizas y no hace falta que estemos las dos porque yo soy un año más chica pero soy la más loquita y putona de las dos.” Cómo es de putona preguntás? Lo suficiente para no cobrar. “Obvio que me ofrecen dinero por sexo todo el tiempo” reconoce Victoria, “pero por suerte nací en una buena familia y no lo necesito.” Es más, si le gustás ella garpa la salida. “Con Matías Alé pagué todo yo, el Fernet, la película, todo” denuncia la griega, “pero el pibe es medio boludo, estábamos en la cama y pedía permiso para todo ‘te puedo dar un besito?’, ‘te puedo abrazar?’ fue horrible porque el hombre no tiene que preguntar, tiene que hacer!” Y vos tenés mucho para hacer con ese ojete. “Es una placer que me digan que tengo la cola hecha” dice con una sonrisa, “porque quiere decir que la tengo redonda y paradita!” No tanto como la tuya obvio, pero bueno, en serio que en ese parque de diversiones los chicos entran gratis? “Mi cola no tiene precio y no está hecha” insiste picarona, “lo que pasa que antes estaba muy flaca y ahora tengo más volumen y se me paró bastante.” Lo mismo acá Vicky, queremos un buen servicio. “Quedate tranquilo que en la cama son muy buena, no te voy a dejar con las ganas ni ahí” se vende Vicky, “soy muy fogosa, no vas a querer llamar a otra, estar conmigo es como una fiesta con varias minas y cotillón incluído, soy la más putita!”

Vicky Xipolitakis se pone en cuatro como vos querías y da a entender que la cola la tiene casi tan rota como las medias de red. “En la cama hago todo lo que quieras, no le hago asco a nada” dice Vicky y asegura que su secreto en la cama es el kamasutra griego de su invención. “Así en cuatro es una de las posiciones que más me gusta, pero igual siempre invento nuevas para no cansar y que te vayas contento” explica Vicky, “hago todas las combinaciones que quieras pero no me traigas otra chica porque soy celosa, saco mi costado de guerrera y no dejo que se meta nadie.” Pero con gusto dejaría que se la metas en un avión, una experiencia que le falta para completar el álbum. “Una fantasía que quiero cumplir es tener sexo en el baño de un avión” confiesa con putez de alto vuelo, “y si nos agarra la turbulencia, mucho mejor!”